domingo, 7 de octubre de 2001

SEÑORES YANQUIS, GO HOME

Carlos Portomeñe 
Mundo Obrero / octubre 2001 

Sres yanquis. Dos puntos. Si ustedes quieren combatir el terrorismo quédense en casa. De verdad, quédense en casa. Es ahí donde con más acierto podrán consumar la “lucha del bien contra el mal”. Echen un vistazo a su alrededor con detenimiento, y mírense a sí mismos. No tienen pérdida. Viajarán sin escalas a la patria del terror.
Disponen ustedes de una amplia gama de terroristas al uso; los tradicionales de la bomba o el tiro en la nuca, que revientan edificios en Oklahoma o asesinan presidentes.
Terroristas religiosos que convierten escrituras en dogma, fundan sectas destructivas del espíritu y del cuerpo, protagonizan denigrantes espectáculos televisivos o inmolan a sus feligreses acosados por el FBI.
Terroristas ecológicos que sacrifican el futuro por adoración al verde del billete de banco.
Terroristas raciales que dan vida al Ku Klux Klan, saturan las prisiones de no blancos, o asesinan espaldas mojadas en la frontera.
Terroristas culturales que aniquilan culturas tradicionales, idiomas, gastronomía... y convierten en burdo negocio cualquier manifestación cultural.
Terroristas en forma de mafias para todo lo que se comercie, es decir, cualquier cosa; por supuesto, vidas.
Terroristas económicos que estrangulan legal e ilegalmente la economía globalizando el chantaje y el soborno.
Terroristas transnacionales que en forma de empresas subyugan individuos y gobiernos.
Terroristas que extienden el miedo por el mundo camuflados en trajes diplomáticos o en trajes de campaña.
Terroristas que defienden el derecho a portar armas y una institución, American Rifle Association, para su amparo.
Terroristas electorales que legitiman el fraude para extender la reacción.
Presidentes terroristas que firman penas de muerte con la facilidad con que la estrella de Hollywood dedica autógrafos a sus fans.
Incluso engendran niños terroristas que ametrallan compañeros de clase y profesores emulando a sus admirados héroes.
O generan terroristas de pandillas callejeras que matan por unas zapatillas, una dosis de cualquier cosa o porque sí.
Es tan nutrido su curriculum que ni siquiera existe la garantía de que los responsables de la barbarie del 11 de septiembre no sean ustedes mismos. El Terror también es la persona o cosa que lo infunde. Como ustedes a la mayoría del planeta.

Por ello, Sres. Yanquis, de verdad, muchas gracias y ¡GOME HOME!

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