sábado, 21 de noviembre de 2020

La jubilación dorada de Carlos García Juliá

Carlos Portomeñe. Mundo Obrero

    Carlos García Juliá, coautor de la matanza cometida el 24 de enero de 1977 en el despacho laboralista de Atocha, saldrá a la calle el próximo 19 de noviembre tras una relectura de su condena y la aplicación de beneficios penitenciarios obtenidos con anterioridad a su evasión en 1996. Resulta extraño que tras veintidós años sin el más mínimo interés por parte del Estado para buscarlo y extraditarlo a España, García Juliá haya aparecido, haya sido extraditado, la Audiencia Nacional se haya equivocado en el cómputo de su condena y una Audiencia Provincial le deje libre. Máxime cuando la vida y andanzas del ultraderechista están plagadas de fugas y decisiones judiciales absurdas o poco comprensibles que incluyen polémicos permisos e insólitos beneficios penitenciarios, así como un marcado desinterés por detenerlo cuando se encontraba localizado en América Latina.
 
 
 
    Hijo de un comandante de artillería, Carlos García Juliá nació en Madrid el 31 de octubre de 1955 y llegó a ser responsable regional de Fuerza Joven, la rama juvenil de Fuerza Nueva, antes de abandonar la organización por un altercado interno. Prestó el servicio militar como voluntario en la segunda bandera paracaidista de la BRIPAC, alcanzando la graduación de cabo, y antes de los sucesos de Atocha trabajaba como empleado en la empresa Coprymar, dedicada a la importación de whisky y dirigida por exiliados cubanos.

    Días antes de la matanza de Atocha, estaba en contacto con los servicios secretos a través de un agente del Servicio Central de Documentación (SECED) que utilizaba el pseudónimo de Luis Barco Bellver. En concreto, un testigo presencial les identificó en una reunión mantenida en la cafetería Dólar el 18 de enero de 1977 [1].

    La noche del 24 de enero de ese mismo año, entró en el despacho de abogados de la calle Atocha junto a José Fernández Cerrá y Fernando Lerdo de Tejada y disparó contra las nueve personas que se encontraban presentes, matando a cinco de ellas e hiriendo a otras cuatro, todas militantes del PCE y de CCOO. El 13 de marzo fue detenido en la estación de tren de Almería junto a otra implicada, Gloria Herguedas, cuando acudían a reunirse con Fernández Cerrá. Ese mismo día, el agente Bellver mantuvo una reunión con algunos miembros importantes de la extrema derecha en una habitación de la tercera planta del hotel Meliá Castilla para darles detalles de la operación policial.

Reclutado por un agente del SECED

    Unos meses antes de celebrarse el juicio, el domingo 21 de octubre de 1979, Carlos García Juliá y otro recluso de ultraderecha condenado por homicidio, José Luis Magaña, entraron armados con sendos puñales en el domicilio del director de la prisión de Ciudad Real, Pedro García Martín, y le tomaron como rehén junto a su esposa, sus cuatro hijos y un funcionario. Tardaron doce horas en poner fin al secuestro, en el transcurso de las cuales Juliá realizó declaraciones telefónicas a Radio Nacional de España en las que asumió su implicación en el crimen de Atocha, reconoció que su estancia en prisión era justa y profirió una frase que repetiría siempre a lo largo de los años: “Disparé contra cuatro comunistas”. El secuestro e intento de fuga le costaron otros tres años y veinte días de cárcel. A pesar de estos hechos, la Audiencia de Ciudad Real pretende aplicarle beneficios penitenciarios para salir anticipadamente de prisión [2].

    Cuando el juicio por la matanza de Atocha se celebró en febrero de 1980, García Juliá y Fernández Cerrá fueron condenados como autores materiales de la matanza a una pena de 193 años de reclusión, aunque la sentencia establecía un periodo máximo de treinta años reales de prisión como cumplimiento de la pena. Durante el juicio trascendió la supuesta identidad del agente de inteligencia que le había reclutado: Arturo Prieto Cueto, comandante de la Guardia Civil adscrito al SECED, que mantenía hilo directo con los neofascistas italianos pertenecientes a la operación Gladio de la OTAN.

    En diciembre de 1983, ambos planeaban un nuevo intento de fuga de la prisión de San Antón, en Cartagena. Esta vez junto a los dos condenados por el asesinato de Yolanda González pero la intentona fue descubierta por los funcionarios antes de que pudieran llevarla a cabo.

    Emilio Hellín, uno de los implicados, se fugó finalmente a Paraguay en 1987, aprovechando un permiso concedido por el juez de vigilancia penitenciaria de Valladolid. Los padres de Yolanda González presentaron una querella criminal por estimar que el permiso concedido facilitó su fuga. En 1989 declaró al diario paraguayo ABC que una fuga anterior de la prisión de Alcalá había estado apoyada por "sus camaradas del servicio de inteligencia militar español". En febrero de 2013, el diario El País destapaba que pese a dos fugas de la cárcel solo cumplió 14 de los 43 años de condena y que trabajó para la Policía y la Guardia Civil como uno de los principales asesores del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil en casos de terrorismo y delincuencia organizada. Como se verá, existen claras y sospechosas semejanzas entre la vida de Hellín y la de García Juliá, incluyendo los beneficios penitenciarios que les fueron concedidos.

Libertad condicional y huida

    El 23 de septiembre de 1991, Carlos García Juliá obtuvo una polémica libertad condicional que se mantuvo en secreto hasta un año después, cuando Diario 16 publicó la noticia [3] . Nunca había disfrutado del tercer grado penitenciario, a pesar de que en su ficha carcelaria figuraban siete peticiones de revisión de grado y sesenta y tres traslados desde prisión.

    Una vez en la calle, creó con Jaime Febrel y Simón, también de extrema derecha, una empresa de espionaje e informes comerciales denominada García & Febrel, a pesar de carecer de licencia del Ministerio del Interior y no figurar ni en el Registro de la Propiedad Mercantil y Sociedades ni en el Registro de Marcas. La legislación exigía para las agencias de detectives un permiso emitido por el Ministerio del Interior y que los titulares careciesen de antecedentes penales. Aun así, la sociedad se constituyó con créditos de Cajamadrid y estaba situada en una lujosa oficina de una torre de la calle Menéndez Pelayo de Madrid. En febrero de 1993 se vio implicada en el espionaje a Baltasar Garzón, revelado por la Audiencia Nacional y relacionado con el procesamiento por parte del juez de Monzer Al Kassar, uno de los mayores traficantes de armas.

    Un año después, el 12 de agosto de 1994, Juliá presentó un escrito en la Sección Penal de la Audiencia Nacional, solicitando la posibilidad de abandonar España y trasladarse a la capital de Paraguay por una oferta laboral. Por tratarse de un periodo vacacional, la Audiencia no tramitó la solicitud hasta el mes de septiembre, cuando por fin la remitió al Juez de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León, José Luis Castro Antonio [4]. Su caso dio lugar a un laberinto burocrático lleno de conflictos competenciales y jurisdiccionales que se ha hecho habitual hasta la actualidad antes de cada uno de sus permisos o fugas. Hasta el punto de que la actitud de la Audiencia Nacional siempre se ha parecido más a un baile de máscaras que a un problema de competencias. Exactamente igual a lo sucedido en la actualidad con la Audiencia provincial de Ciudad Real. Su situación penitenciaria dependía de la autoridad judicial de Castilla y León porque antes de la obtención de la libertad condicional estaba recluido en la prisión de Villanubla, en Valladolid. Sin embargo, al tener fijado su domicilio en Madrid, el control de su libertad condicional correspondía a la Comisión de Asistencia Social (CAS) de la capital. Este hecho provocó un vacío durante el cual no se tomaron decisiones por parte de ninguna de las administraciones de justicia. Y la falta de noticias sobre Juliá llevó a algunos responsables penitenciarios a contactar con sus familiares para intentar que estos le aconsejaran regresar a España y aclarar su situación legal.

    Finalmente, el 1 de diciembre, el juzgado de Valladolid (el mismo que a Hellín) autorizó a Juliá la residencia en Paraguay, país donde ya se encontraba desde principios del mes de septiembre. Había viajado antes de tener el permiso definitivo, pese a encontrarse en libertad condicional y sin haber extinguido su pena. Ninguna administración aclaró cuándo había viajado o si tenía permiso para hacerlo pero el día 6 de septiembre se presentó en la embajada de España en Asunción, donde se inscribió como transeúnte y envió a las autoridades españolas la copia de un contrato laboral con una empresa denominada Traflumar. El juez le había concedido la autorización esgrimiendo tres argumentos fundamentales: uno, el solicitante estaba rehabilitado; dos, el empleo en Paraguay era un buen sistema para su reinserción social; y tres, el solicitante destacaba por su buen comportamiento. "Hasta ahora ha respondido perfectamente a todos los beneficios penitenciarios", señalaba textualmente el auto judicial.

En Paraguay con una autorización ilegal y desaparece

    Sin embargo, Juliá había sido autorizado pese a figurar en el fichero de internos de especial seguimiento (FIES) por su condición de terrorista, cuyo control debería haber sido especial incluso al encontrarse en libertad condicional. Y la legislación no preveía el supuesto de cumplir la libertad condicional en otro país, excepto en el caso de extranjeros condenados en España. El propio ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch (PSOE), se vio obligado a responder en el Congreso a las preguntas sobre el tema, incluyendo las presentadas por su propio partido, en concreto por el diputado José María Mohedano, también abogado de la acusación particular en el caso Atocha, que arremetió en su intervención contra la fiscalía, los magistrados de la Audiencia Nacional y el juez Castro por autorizar la salida de España de un asesino en libertad condicional. Mohedano también acusaba a la Audiencia Nacional de clara pasividad por no haberse ni molestado en reclamar a García Juliá (y a Fernández Cerrá) el pago de los casi 50 millones de pesetas de indemnización a que fueron condenados y que nunca han pagado.

    Casi cinco meses después de su llegada a Paraguay, trascendió que seguía residiendo en el país pero lo hacía sin ningún control administrativo y sin necesidad de presentarse regularmente ante las autoridades españolas. La embajada comunicó que había comparecido una única vez en el mes de septiembre y que su presencia había pasado desapercibida porque aquel día la delegación diplomática española estaba muy ajetreada por la visita al país del presidente del gobierno, Felipe González [5].

    Nueve días después de la decisión judicial, el fiscal de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid, Antonio del Hoyo, presentó un recurso que finalmente sería aceptado por el juez. En el nuevo auto, José Luis Castro reconocía que era muy complicado controlar la libertad condicional de Juliá en un país extranjero, asumiendo un argumento que había desechado al conceder la autorización pese a que la embajada española había comunicado en septiembre que no podría hacerse cargo del seguimiento. Además, consideraba que existían indicios negativos en su comportamiento al haber abandonado España sin aguardar la resolución judicial sobre su petición de traslado a Paraguay [6] . Por estos y otros motivos, el magistrado dispuso que mediante comisión rogatoria se notificase a Juliá su obligación de regresar a España y someterse al control de la CAS dependiente de la Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios. Como era previsible, la nueva resolución se convirtió en papel mojado y el asesino de Atocha desapareció.

En prisión en Bolivia por narcotráfico

    No se volverían a tener noticias suyas hasta el año 1999, cuando periodistas de la revista Interviu le localizaron en una prisión de Bolivia [7] .Tras viajar en repetidas ocasiones a Argentina, Brasil y Estados Unidos, en marzo de 1996 había recalado en Santa Cruz procedente de Uruguay y solo dos meses después, el 10 de mayo, sería detenido acusado de narcotráfico. Previamente, habían sido detenidos dos españoles en el aeropuerto de Viru-Viru con doce quilos de cocaína que pensaban sacar del país en un vuelo a Zurich. Juliá fue detenido en el hotel con el material para envolver la droga, 11.000 dólares estadounidenses y diversas cantidades de dinero en las monedas de Paraguay, España y Suiza. La policía boliviana le señaló como el principal miembro de la organización y propietario de la droga y sostenía que ya había traficado en Estados Unidos. Juliá declaró a la policía que era comerciante, vendedor y psicólogo, profesión esta última que consta en su ficha policial. Y argumentó que se trataba de una trampa urdida por la embajada española debido a su fama en España: “Porque maté comunistas, maté a cinco y por eso pensé que la embajada me había preparado esto”.

Al ser detenido, la policía boliviana cursó una petición de sus antecedentes a Interpol-Madrid, recibiendo un télex el 7 de junio de 1996 en el que se detallaba su historial delictivo y se precisaba que tenía interesada una orden de busca y captura. En ese momento era recluso en la prisión de Palmasola, donde se hacía acompañar por un narcotraficante colombiano y disponía de un servicio de guardaespaldas compuesto por varios reclusos. Por tanto, las autoridades españolas eran conocedoras de su estancia en el país andino desde 1996.

    El reportaje de Interviu motivó que Ignacio Gordillo, fiscal de la Audiencia Nacional, intentase su extradición, lo cual no fue posible debido a un problema del convenio entre ambos países y, de nuevo, un conflicto competencial entre la Audiencia y los juzgados de Valladolid. Casualmente, un juez de Santa Cruz le otorgó la libertad condicional en noviembre de 1999, con solo la mitad de la condena cumplida [8] . Ese mismo mes, el diputado de IU Felipe Alcaraz formuló varias preguntas en el Congreso al respecto y el gobierno de José María Aznar mintió en sede parlamentaria cuando el 19 de enero de 2001 aseguró que Carlos García Juliá estaba preso en Bolivia. En realidad llevaba meses en paradero desconocido [9] .

    Respuesta del Gobierno: El señor García Juliá cumple actualmente condena en la prisión de Palmasola (Santa Cruz-Bolivia) por un delito de narcotráfico. El señor García Juliá llegó a Bolivia quebrantando los términos de la libertad condicional de que se beneficiaba, por lo que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León, por Auto de 14 de agosto de 1996, revocó ese régimen de libertad condicional. No existe constancia de que se haya solicitado la extradición del señor García Juliá. Caso de que se solicitara, el Gobierno, de conformidad con su práctica de respeto y acatamiento de las resoluciones judiciales, la tramitaría por los conductos establecidos al efecto. Madrid, 19 de enero de 2001.El Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes.

    Cuando en abril de 2001 el gobierno reclamó su extradición a Bolivia, ya habían transcurrido dos años y Juliá se había trasladado a Brasil.

Extradición en agosto de 2019

    Finalmente, y según la versión oficial dada a conocer a los medios, la colaboración entre la Policía Nacional, la Interpol y la Policía Federal brasileña condujo a su detención el 6 de diciembre de 2018, cuando vivía en el barrio de Barra Funda, de São Paulo (Brasil). Utilizaba la identidad falsa de Genaro Antonio Materán Flores, de nacionalidad venezolana, y habría accedido al país a pie en 2001 desde Venezuela por la frontera del estado de Roraima. Sin embargo, no se registró como extranjero hasta 2009 y el hecho de no haber renovado la documentación desde 2011 levantó las sospechas de las autoridades. Durante los años que estuvo prófugo de la justicia, siempre gozó de una amplia libertad de movimientos, burlando los controles de los aeropuertos con identidades falsas con las que pudo viajar a Estados Unidos y los principales países de América Latina, como Paraguay, Chile, Uruguay, Bolivia, Argentina y Venezuela, donde nunca le faltó trabajo, pese a sus antecedentes. Una vez más, resulta grotesco que, tras mantenerse prófugo de la justicia durante veintidós años, cometiese un error tan básico, olvidando renovar su permiso de residencia. Más aún si, como parece, desarrollaba trabajos de seguridad para personalidades empresariales y gubernativas brasileñas.

    Porque durante su dilatada estancia en América ocupó una amplia variedad de empleos pero, sobre todo, se presentaba como militar con formación internacional, asegurando en sus entrevistas de trabajo que era suboficial paracaidista, detective privado y consejero de seguridad de altos y destacados directivos de empresas brasileñas y administraciones públicas. Sin embargo, al ser detenido mantuvo que su empleo era de conductor de la empresa Uber [10].

    En diciembre de 2018 se inició el procedimiento de extradición, durante el cual estuvo recluido en un centro para detenidos preventivos de São Paulo, hasta que la Corte Suprema de Brasil autorizó su extradición en agosto de 2019. Finalmente, García Juliá regresó a España el 7 de febrero de 2020, procedente de Brasil, e ingresó en la prisión de Soto del Real.

¿Libertad o jubilación?

    La sala de lo Penal de la Audiencia Nacional estimó el 21 de febrero de 2020 que la condena pendiente era de 3.854 días (hasta el 26 de agosto de 2030), rebajada ahora a 287 días por la Audiencia Provincial de Ciudad Real. Podrá salir en libertad el próximo 19 de noviembre, tan solo diecinueve días después de haber cumplido los sesenta y cinco años de edad. Es decir, alcanzará su jubilación en su propio país como ciudadano libre. Los abogados de las víctimas de Atocha lamentan que se le apliquen “todo tipo de redenciones ordinarias y extraordinarias en su expediente, cuando el reglamento penitenciario de la época prohíbe expresamente redimir penas por trabajo a quien haya intentado quebrantar la condena”. El propio tribunal indica que “comprende y comparte la contradicción y perplejidad” por su liberación pero que “no es una cuestión de sentimientos, que lógicamente se respetan, sino del principio de legalidad y de aplicación de la norma vigente en su momento”, el Código Penal de 1973.

    Parece el penúltimo episodio de la rocambolesca historia judicial de Carlos García Juliá, un personaje clave que podría ayudar a desvelar muchos misterios de la transición y a conocer toda la verdad sobre la matanza de Atocha. Su historia está trufada de sucesos peculiares, extraños y poco entendibles, tanto desde el punto de vista judicial como de sus actividades personales, con polémicos permisos penitenciarios, retrasos en la solicitud de extradición o contradicciones entre instancias judiciales que facilitaron siempre su huida, incluso cuando estaba detenido por narcotráfico. Sucesos de difícil lectura, excepto si sus funciones estuviesen relacionadas con la información y la inteligencia, protegido por un Estado o Estados. Quizá sería una buena pregunta para la Comisión de control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Notas:
1. Diario 16. 26-V-1977, pág. 6. Los asesinos no estaban solos. La semana del complot (VII). Gregorio Morán

2. La Vanguardia. 23-X-1979. El director de la prisión, su familia y un practicante, rehenes durante doce horas. Dos reclusos, uno de ellos implicado en la matanza de Atocha, pretendían fugarse exigiendo un coche y rehenes bajo amenaza de muerte.

3. Diario 16, 27 septiembre 1992

4. El País, 9-XII-1994. Uno de los asesinos de la “matanza de Atocha”, en libertad condicional, se marcha a Paraguay.

5. El País, 25-I-1995. El 'ultra' García Juliá vive en Paraguay sin ningún control desde septiembre.

6. El País. 24-I-1995. Un juez da marcha atrás y ordena al 'ultra' García Juliá que vuelva a España.

7. Interviu, número 1201, 3 al 9 de mayo de 1999. El penúltimo eslabón de la matanza de Atocha. Alberto Gayo y Fernando Abizanda.

8. El País, 19-VIII-2019. El asesino de Atocha que estuvo huido 25 años. Alberto Gayo

9. VII Legislatura. Boletín Oficial de las Cortes Generales, 7-XII-1999., página 110. Y 12-II-2001, página 326.

10. El Confidencial, 15-XII-2018. https://bit.ly/36CwLgD
 

sábado, 25 de abril de 2020

O povo é quem mais ordena! 25 de abril, sempre!


     El 25 de abril de 1974, el Movimento das Forças Armadas (MFA) y el pueblo portugués terminaron con la dictadura coronando los fusiles con claveles. El miedo de EE.UU. a un satélite de la URSS en la península ibérica concentró aún más su atención en España, donde existía la Unión Militar Democrática (UMD) a semejanza del Movimiento das MFA portugués, y una fuerte oposición a la dictadura. La revolución de los claveles le subió la fiebre a los jerarcas y la portada de la revista Time es un buen ejemplo: Amenaza roja en Portugal. En 1975 el dictador español murió en la cama y le sucedió en la jefatura del Estado Juan Carlos de Borbón, al que algunos futurólogos poco afortunados apodaron "el Breve". EE.UU. no escatimó esfuerzos para terminar con el espíritu de abril y para imponer el neoliberalismo en todas partes. Pero la diferencia salta a la vista: República portuguesa y Reino de España.
O povo é quem mais ordena! 25 de abril, sempre!


      O 25 de abril de 1974 o Movimento das Forças Armadas (MFA) e o pobo portugués remataron coa ditadura coroando os fusís con caraveis. O medo de EE. UU. a un satélite da URSS na península ibérica concentrou aínda máis a súa atención en España, onde existía a Unión Militar Democrática (UMD) a semellanza do MFA portugués e unha forte oposición á ditadura: A revolución dos caraveis subiulle a febre aos xerarcas e a portada da revista Time foi un bo exemplo: Amenaza roxa en Portugal. En 1975 o ditador español morreu na cama e sucedeulle na xefatura do Estado Juan Csrlos de Borbón, ao que algúns futurólogos pouco afortunados alcumaron "o Breve". EE. UU. non escatimou esforzos para rematar co espírito de abril e impoñer o neoliberalismo en todas partes. Pero a diferenza salta á vista: República portuguesa e Reino de España.
O povo é quem mais ordena! 25 de abril, sempre!


sábado, 4 de abril de 2020

RESIDENCIAS DE MAIORES, COVID-19 E ESPECULACIÓN

      Desde o inicio da pandemia de coronavirus e a medida que a situación de contaxios e vítimas se agrava, estamos a asistir á dramática realidade das residencias de anciáns e centros de discapacitados. Se o virus se ceba coas persoas maiores de 65 anos debido ás dificultades respiratorias que provoca e á menor resposta do seu sistema inmunolóxico, a situación das residencias de maiores estremece, con contaxios xeneralizados e mortes de residentes en moitos centros. Esta situación límite das residencias, levou á Fiscalía Xeral do Estado a incoar dilixencias de investigación o pasado 23 de marzo, que posteriormente arquivou para derivalas ás Fiscalías provinciais por motivos competenciais. A ministra de Defensa declarou nunha entrevista que o Exército atopara nalgunhas residencias “a maiores absolutamente abandonados, cando non mortos nas súas camas” e que sobre as que incumprisen as súas obrigacións caería “todo o peso da lei”.

      Segundo datos da Dirección Xeral de Saúde Pública da Consellería de Sanidade, en Galicia a mortalidade provocada polo Covid-19 en persoas de 60 a 69 anos é do 7%; do 35,6% nas persoas de 70 a 79 anos; sobe a un 42,6% no tramo de idade de 80 a 89 anos e dun 18,3% en maiores de 90. A día 1 de abril, eran trinta e seis as residencias de maiores que contaban con polo menos un contaxio, contabilizando medio milleiro de positivos e trinta falecidos; e trece Centros de Atención a Persoas con Discapacidade (CAPD) nos que se contaba polo menos un caso, algúns con números tremendos como o CAPD de Redondela onde se acumulaban 40 positivos e o de Sarria con 16, sumando pacientes e traballadoras/é. E son cifras que, lamentablemente, irán en aumento.

      Nestes anos, o goberno da Xunta de Galicia veu implementando un modelo errado de privatización que pon en risco a saúde. O incremento da tendencia privatizadora deste tipo de residencias en Galicia é un feito: actualmente, máis do 65% das prazas ofertadas en residencias de maiores son privadas. É dicir, a Xunta segue fiando as prazas de residencia aos xestores privados e, por tanto, dá por bo o modelo mercantilista que instrumentaliza a vellez e a dependencia como unha oportunidade de negocio, e que aprovéita as necesidades dunha poboación cada vez máis envellecida que sofre o desamparo da administración pública. O Goberno autonómico delega na iniciativa privada e confórmase con concertar camas e ofrecer axudas aos residentes en lugar de desenvolver un sistema público de residencias que cubra a cada vez maior demanda. Detrás, existe un sistema especulativo de empresas multinacionais e fondos de investimento que tende á acaparación e o monopolio, coa consecuente precarización do servizo e do emprego. 

Fonte: El Correo Gallego


Especular coa vellez e a dependencia

      A economía especulativa converteu a xeriatría nun gran negocio que no últimos catro anos viuse inmerso nun imparable proceso de compra e venda, polo menos ata a chegada da pandemia de Covid-19. A finais do século pasado era un negocio dominado polas aseguradoras, as construtoras e as caixas de aforro, e hoxe está dominado polos omnipresentes fondos de investimento e empresas de orixe francesa. A asistencia das persoas maiores converteuse, lamentablemente, nun negocio que tende á concentración en cada vez menos mans, cunha tendencia moi clara ao monopolio, e as pequenas residencias deixaron paso a xigantes comerciais que foron absorbendo o “mercado” a unha velocidade de lóstrego en poucos anos. De feito DomusVi, o maior dos grupos no sector ao que pertencen varias das residencias máis afectadas por contagios e mortes en Galicia, existe como tal desde o ano 2018. Xestiona máis de 25.000 prazas en 198 residencias de persoas maiores e de atención diúrna, unha trintena delas en Galicia. Segundo a propia empresa, emprega a máis de 21.000 traballadoras e traballadores.

      A segunda empresa por número de camas é Orpea Ibérica, filial española doutro grupo francés presente en 22 países. En 2016, Orpea comprou o grupo Sanyres e en 2018 absorvió o grupo madrileño Ecoplar e a Clínica López Ibor. Posúe 53 centros en España entre Residencias, Centros de día e Clínicas de Saúde mental, con máis de 8.500 camas e preto de 1.000 prazas de centro de día. Conta con dúas residencias en Galicia (A Coruña e Lugo) e desde a península está a expandirse a Portugal, onde comprou sete residencias de maiores e un hospital.

      A terceira en discordia é Amavir, pertencente ao grupo francés Maisons de Famille (unha filial da sociedade Creadev, con máis de 150 empresas entre as que se atopan Alcampo, Decathlon, Leroy Merlin ou Norauto, entre outras). Amavir xurdiu da fusión das españolas Adavir e Amma (estaba controlada maioritariamente por Caixabank e Banco España-Douro). Posúe 43 residencias con centros de día en 7 comunidades, ningunha delas en Galicia, sendo líder na Comunidad de Madrid.

      Vitalia Home pertence ao fondo británico CVC, un dos maiores de Europa, que en novembro de 2017 comproulle o 80% do grupo por 250 millóns de euros a Portobello Capital, unha xestora española de fondos de capital risco. Portobello comprara en abril de 2015 a maioría de capital da empresa de orixe aragonesa, incluíndo participacións das entidades financeiras Caixabank e Kutxabank. Na actualidade é líder no seu sector en Andalucía, Cataluña e Aragón. Antes da crise do coronavirus, a firma de investimento CVC mostraba o seu interese por converter a Vitalia na primeira cadea española, coa previsión de alcanzar as 10.000 prazas e 2.000 novos profesionais mediante un investimento de 200 millóns de euros en 20 novos centros. Na actualidade Vitalia xestiona 40 e está a construír outros 6, un dos cales (Leganés) tivo especial repercusión nos medios porque é un dos máis castigados polo coronavirus, contabilizando 56 falecementos ata o 31 de marzo. Non conta con residencias en Galicia.

      Ballesol anúnciase como “o referente en España de residencias para maiores privadas de alto nivel, residencias de anciáns de luxo, residencias para a terceira idade, e apartamentos tutelados”. Está participada pola aseguradora Santalucía (75%) e a familia Vivas Adoitar (25%). Posúe 47 centros e un persoal medio superior ás 3.250 traballadoras. Conta con tres residencias en Galicia: Ballesol A Coruña (en Oleiros), Poio e Vigo.

     La Saleta Care ten o seu matriz en Valencia e ata 2019 era filial da belga Armonea que a adquiría en 2016, pero o pasado ano pasou a mans do grupo de orixe francesa Colisée que hai uns meses tamén comprou o grupo tarraconense STS. A Saleta proxecta construír en Lugo unha residencia con 130 prazas nunha leira situada á beira do Hospital Universitario Lucus Augusti ( HULA).


 
DomusVi e a política da Xunta

      Aínda que a súa sede social e fiscal radica en Vigo, trátase dunha multinacional pertencente á sociedade holding do seu fundador Yves Journel -posuidor dunha das maiores fortunas de Francia- e o fondo de investimento Intermediate Capital Group ( ICG) radicado en Londres. Ambos compraron DomusVi en 2018 ao accionista maioritario, o fondo de investimento francés PAI Partners que en tan só tres anos adquirira e fusionara a galega Geriatros e a catalá SARquavitae -as dúas maiores empresas do sector en España- por unha cantidade próxima aos 2.000 millóns de euros. SARquavitae fora adquirido por 440 millóns de euros e pertencía ao holding dos millonarios Antonio e Jorge Gallardo Ballart (con sede en Barcelona) e ao fondo Palamon (con sede en Londres) que obtivo coa venda 140 millóns de euros de plusvalía con respecto ao investimento realizado.

      DomusVi leva tempo inmerso nun agresivo proceso de absorción de empresas. Só en 2018, adquiriu a valisoletana Gerovida (18 residencias e 2.500 prazas) e a vasca Sarrikue (3 residencias e 291 prazas); estendeuse a América Latina, onde adquiriu o 32% da chilena Acalis; e a Portugal, onde absorvió ao grupo BellaVida e a empresa Carlton Life. En 2017, o grupo DomusVi inaugurou a primeira residencia do grupo en Xi' an (China).

      Ademais, DomusVi conta, como non, coa súa propia fundación, e desde 2012 mantén un “convenio de colaboración para o envellecemento activo” coa Fundación Real Madrid, desenvolvendo nas residencias de maiores do Grupo DomusVi en Madrid un programa vinculado á historia do club de fútbol que inclúe charlas de exxogadores veteranos e visitas ao Tour Bernabéu.

      A conselleira delegada de DomusVi é Xosefina Fernández Miguélez, iniciada no negocio na compañía galega Geriatros, unha empresa que pasou de ter como investidor a Caixanova nos seus inicios para circular de man en man -ou de carteira en carteira- dos fondos de investimento. Geriatros foi creada no ano 2000, adquirida en 2012 polo fondo Magnum Capital (o fondo do ex conselleiro delegado do Banco Santander Anxo Corcóstegui) que á súa vez a vendeu en 2015 a PAI Partners por 300 millóns e, finalmente, en 2018 ao fondo Capital Group ( ICG) e Sagesse- Retraite- Santé ( SRS). 

Alberto Núñez Feijóo na entrega en 2016 da Medalla de ouro do Círculo de Empresarios á actual conselleira delegada de DomusVi
 
      En novembro de 2016, Alberto Núñez Feijóo entregou persoalmente a Xosefina Fernández a Medalla de Ouro do Círculo de Empresarios de Galicia en presenza do alcalde de Vigo, Abel Caballero, da presidenta do Congreso, Ana Pastor, e do presidente do Parlamento de Galicia, Miguel Santalices. O Presidente do Círculo de Empresarios naquel entón, Juan Güell, sinalou con familiaridade cara á homenaxeada que “Chefi creou a empresa dos seus soños” e que esta “era un proxecto de vida, pero tamén un proxecto de negocio”.

Abel Caballero co conselleira delegada de DomusVi
 
      En decembro de 2019 (tan só tres meses antes de decretarse o estado de alarma) o conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, entregaba a Xosefina Fernández o premio Galicia Global outorgado pola Asociación Española de Directivos ( AED) “polo proceso de expansión internacional da compañía de servizos para a terceira idade”. É dicir, o conselleiro de Economía premiaba en Santiago de Compostela á conselleira delegada da sección española dun holding multinacional coma se tratase dunha empresa galega en proceso de internacionalización. Xosefina Fernández agradeceu o premio por contribuír a mellorar a calidade de vida "non só dos nosos maiores, senón dos traballadores. Profesionalizamos o sector, que en ocasións dependía da caridade". 

O conselleiro Francisco Conde entregando o premio Galicia Global en decembro de 2019
 
      A mercantilización dun servizo tan básico como a atención e asistencia ás persoas maiores así como a onda de absorcións, provocaron unha perda manifesta de calidade no servizo, precariedade laboral e escaseza de persoal habitual nestes casos. Cando o obxectivo son os beneficios e non o benestar das persoas, cando prima o privado fronte ao público e o individual fronte ao colectivo, tarde ou cedo son elas as que o sofren, e a crise do coronavirus evidenciouno con máis dramatismo, neste caso e no da sanidade. O paraíso mostrado na publicidade das residencias converteuse nun auténtico inferno para os residentes, os traballadoras e as súas familias.

Precariedade laboral e deterioración do coidado das persoas maiores

 
      En 2019, traballadoras e familiares das residencias de persoas maiores de Aldán, Barreiro, Bembrive (Vigo) e Ribadumia xestionadas por Domusvi, iniciaron mobilizacións para denunciar a vulneración dos seus dereitos e a complicidade da Xunta coa empresa por non velar polo cumprimento das normas. En concreto, denunciaban unha xornada laboral moi superior á establecida en convenio, con xornadas maratonianas e quendas de ata dez días sen descanso; unha ratio de persoal por baixo do estipulado na lei; precariedade de medios e, en xeral, unhas condicións que xeraban serios problemas laborais e de saúde que repercutían na calidade do servizo. Unha traballadora declarou: "Preferiría morrer aos cincuenta e tantos a ter que estar ingresada aquí". Iria Estévez, responsable de sanidade privada de Vigo en CCOO e membro do Comité de Empresa de DomusVi, afirmaba: "Véndennos unha dedicación persoal ao pacientes pero despois iso non é real. Isto é como un traballo en cadea, practicamente. O que conseguen con este tipo de cousas é que cada vez se despersonalice máis o traballo, que os anciáns sexan tratados como cousas en lugar de como persoas, e que os traballadores sexan completos robots sen sentimentos". A contestación da empresa non se fixo esperar: "Os usuarios están a ser coidados como sempre, cos niveis de calidade que unha gran compañía se auto esixe, e a empresa garante que os maiores están o mellor coidados posible". 

Protestas de familiares e traballadoras de DomusVi en xuño de 2019 dinte da Xunta
 
      Daqueles pos, estes lodos. A crise derivada do coronavirus mostrou con crueza as carencias das residencias privadas e a miseria moral dos empresarios do sector. Ao contaxio das persoas residentes hai que sumar os positivos en Covid-19 das traballadoras: 17 na residencia de Cangas, 11 na de Barreiro (Vigo) ou 23 na de San Lázaro (Compostela) por exemplo, a 1 de abril; todas elas de DomusVi. As traballadoras das residencias con máis casos positivos ameazan con deixar de traballar se non melloran as súas condicións, especialmente no centro DomusVi de Cangas, onde levan desde o inicio do confinamento sen material mínimo de protección, suplíndoo con bolsas de lixo. Ademais, denuncian que os responsables dos centros estiveron requisando o material de protección que achegaran particulares e o Concello de Cangas. E denuncian, unha vez máis, a falta de efectivos, deixando claro que en Aldán só dispoñen de sete auxiliares para 150 residentes e falta o persoal de enfermería mínimo. O día 2 de abril, a Xunta anunciou que xa eran dez as mortes nesta residencia de Aldán.

      Feijóo fixo caso omiso dos chamamentos para intervir e “ medicalizar” as residencias de maiores e así "evitar o colapso" destes centros pola proliferación de contaxios entre usuarios e traballadores. As residencias de maiores DomusVi de Aldán (Cangas) e Barreiro (Vigo) foron intervidas pola Xunta de Galicia o luns 30 de marzo debido á súa situación de descontrol e emerxencia sanitaria, con preto de douscentos positivos de coronavirus e polo menos catorce falecementos a data 2 de abril. O organismo autonómico nomeou como xerente a Constantino Piñeiro, con experiencia en xestión de centros públicos ao ser exdirector da residencia de Oleiros, segunda das residencias públicas de Galicia en canto ao número de prazas, e do Centro de Atención a Persoas con Discapacidade ( CAPD) da Coruña. Será necesario intervir o resto. O 31 de marzo, por exemplo, na residencia DomusVi San Lázaro (Santiago) xa faleceran sete residentes e en DomusVi Carballo, un. Por iso, a intervención pública das residencias privadas de maiores chega tarde.

      A prioridade neste momento é dotar de medios humanos e materiais (EPI´s e test de contaxio) ás persoas residentes e traballadoras, e salvar vidas. Normalizar no posible a situación das persoas residentes, do persoal laboral e das condicións en xeral das residencias, coa axeitada atención sanitaria. Pero chegará o momento no que haberá que decidir se hai que depurar responsabilidades, tanto administrativas como penais.. 

 
Sistema público e de calidade

 
      Segundo datos do Instituto Galego de Estatística (IGE) a idade media da poboación en Galicia sitúase en 47,2 anos en 2019 e as persoas maiores de 65 anos xa supoñen o 25,2% da poboación, porcentaxes que se disparan cando se trata de Lugo e Ourense. En Galicia, por cada 100 menores de 20 anos contabilízanse máis de 158 persoas maiores de 64 anos. Doutra banda, a Organización Mundial da Saúde (OMS) recomenda unha cobertura mínima do 5% de camas por cada 100 persoas maiores de 65 anos, e a oferta de prazas en residencias de maiores está lonxe dos índices esixidos. Por citar un exemplo, na cidade de Lugo, onde a poboación maior de 65 anos é máis da cuarta parte do total, non se constrúe unha residencia pública desde 1976; e máis de 5.000 persoas maiores de 65 anos viven soas na cidade.

      Chegou a hora de pensar se as persoas maiores merecen ser tratadas como cifras e oportunidade de negocio ou, pola contra, merécense todos os coidados e ser tratadas como o que son: persoas que nolo deron todo. A lección da crise provocada polo coronavirus é simple, clara e concisa: a única forma posible de garantir o benestar das persoas é a primacía do público fronte ao privado, o que é de todos e todas fronte ao que é duns poucos. E si, trátase de ideoloxía.


domingo, 6 de noviembre de 2016

O declive dunha sociedade sen valores


Sobre as pelexas de adolescentes en Lugo e o sensacionalismo informativo


    Certamente, a visión do vídeo da pelexa organizada por adolescentes xunto á Muralla produce perplexidade e preocupación. Pero o tratamento sensacionalista do tema por algúns medios de comunicación é inxustificable e indignante.

    Eses medios sobredimensionaron o problema interesadamente, trasladando a imaxe distorsionada dunha xuventude lucense violenta e incivilizada. A dirección do IES Leiras Pulpeiro viuse obrigada a emitir un comunicado lamentando a situación vivida o pasado xoves cando varios medios se agolparon na porta do centro, mesmo chegando a abordar a algúns menores.

    A situación é problemática, non hai dúbida, mais perfectamente encauzable. Sen embargo o sensacionalismo, lonxe de axudar a solucionar o problema, agrávao. É máis, o sensacionalismo é unha das causas deste e doutros problemas na xuventude, nunca unha solución que se ampara hipocritamente no dereito de información.

    Na maneira de actuar dalgúns medios de comunicación e das súas programacións e contidos está a causa e o efecto do declive dunha sociedade sen valores, nunha espiral de amoralidade. Os que deberan transmitirlles valores demostran que carecen deles, utilizando o sensacionalismo como canle para o beneficio económico. Especialmente cando se constrúe un relato irreal de inseguridade e violencia na cidade. E se convirte en pandilleiros peligrosos a chavales que lucen calcamonías de tigres compradas por un euro, correndo o risco de convertelos nun futuro no que agora non son.

    É tan lamentable, deplorable e mezquina a actitude de tales medios, que caen nos tópicos máis despreciables de racismo e clasismo. Ir ás portas do IES Leiras Pulpeiro non é inocente, é un acto de malicia. Para confirmar o seu relato tiñan que mostrar un centro educativo do extrarradio. Buscaron a zona máis conflictiva e deprimida no seu imaxinario clasista, intentando criminalizar aos seus escolares.

    Nalgunhas xuntanzas da Comisión creada no Concello para dinamizar o barrio da Residencia, xa rebatín algúns comentarios ao respecto da suposta falla de seguridade da zona de Casás-Abella. Pouco despois elaboraouse unha enquisa para coñecer as principais necesidades da zona. As direccións dos centros educativos do lugar volcáronse na iniciativa e a participación de nais e pais foi un éxito. Lembro con satisfacción as caras de sorpresa dalgúns concelleiros e concelleiras cando descubriron que a demanda maioritaria era unha biblioteca.

    O barrio de Casás-Abella é o paradigma do fracaso do modelo de crecemento baseado na especulación urbanística. Para alí estaba prevista un área residencial agora pantasma que proxectaba edificios de nove plantas e o actual centro comercial aberto sen licencia. Por iso, os CEIP Casás e o IES Leiras Pulpeiro son dous centros educativos integrados na súa maioría por fillos de traballadores e traballadoras  que sofriron e sofren con máis intensidade a crise económica. Mentras, boa parte dos responsables da burbulla inmobiliaria escolarizan aos seus descendentes en centros concertados ou privados, ben a salvo das zonas deprimidas e esquencidas que crearon. Por descontado, ningún dos rapaces e rapazas é culpable delo.

    Casás-Abella non é unha zona conflictiva, é unha zona esquecida e abandonada polas administracións públicas. Os seus nenos e nenas non teñen instalacións deportivas, nin bibliotecas, nin parques; pero teñen dignidade. O IES Leiras Pulpeiro conta con recoñecidos profesionais, e un cartel na porta reivindica a educación pública e lembra o non á Lei Orgánica para a Mellora da Calidade educativa (LOMCE), unha lei que impón unha visión mercantilista do ensino e a sociedade.

    O CEIP cambiou este ano unha instalación eléctrica dos anos 70 que producía apagóns constantes, pero o problema aínda non está totalmente solucionado. Carece, por exemplo, de salón de actos. Os dous centros teñen moitas necesidades, pero orzamentos moi limitados que as súas direccións deben estirar ao límite. E a pesares diso son centros de referencia no ensino público.

    Por suposto, os medios de comunicación que impulsan o sensacionalismo non se agolparon nas portas do centro para informar das súas carencias infraestruturais, nin do éxito académico acadado polo seu alumnado a pesares das mesmas.  A Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria concedeu 20 premios extraordinarios de bacharelato do curso 2015/2016, catro deles a estudantes da cidade de Lugo. En proporción, non hai ningunha cidade galega con máis premios extraordinarios. Dous deles foron unha alumna e un alumno do IES Leiras Pulpeiro, o centro que pretenden converter na versión lucense de Columbine. Nada máis lonxe da realidade.

domingo, 24 de enero de 2016

39º ANIVERSARIO DE LA MATANZA DE ATOCHA

Hoy hace exactamente 39 años que un comando de extrema derecha asesinaba en el número 55 de la calle Atocha de Madrid a cinco camaradas del PCE y las CCOO. Son las víctimas de la llamada primera Transición, lo que los estadounidenses denominan "víctimas necesarias" para consolidar los procesos democráticos que ellos teledirigen en todas partes, o simplemente como piezas de los intereses geoestratégicos del imperialismo. Como hoy en los países árabes y en muchos otros lugares del planeta, algunos tan cercanos como París, los inocentes mueren mientras los culpables reales pisan las moquetas de los despachos, en palacios y cuarteles. Atocha es un crimen de Estado que aún requiere muchas respuestas y la memoria de los abogados/as de Atocha es un faro para iluminar los entresijos de lo que se da en llamar segunda Transición. Al igual que el de ellos/as en 1977, nuestro objetivo primordial es la ruptura democrática frente a una reforma cuya pretensión es dejarlo todo igual (cambiarlo todo para en realidad no cambiar nada), comenzando por una monarquía que debería rendir muchas cuentas, desde la "modélica y pacífica" Transición teñida de sangre hasta la actualidad de la corrupción y la dictadura del IBEX 35.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Independencia Cataluña



Sobre la declaración de independencia en Cataluña
    Para intentar arrojar luz sobre el proceso independentista catalán, he seleccionado un extracto de la introducción del libro Soberanos e Intervenidos, de Joan Garcés y unas notas biográficas finales extridas de La CIA en España, de Alfredo Grimaldos. Para reflexionar sobre los procesos históricos que se repiten en los tiempos de posible cambio social, señaladamente en periodos de fuerte crisis económica, cuando se acentúan las contradicciones de clase.

De Soberanos e Intervenidos, extraido de la introducción del autor:
 
    La derrota de los imperios germánicos en 1918, la influencia de las movilizaciones populares y de autodeterminación nacional en el centro-este de Europa, tuvieron una repercusión política entre los españoles. El 15 de noviembre de aquel año Alfonso XIII convocaba al líder de la burguesía catalana, Francesc Cambó (Lliga Catalana), para decirle:

        "El ejército alemán está en plena derrota, los socialistas han tomado el poder en Berlín; en Viena la tropa insubordinada hace causa común con obreros y presos liberados; la Suiza alemana está sublevada [...] Yo temo que venga un estallido revolucionario en Cataluña; que los obreros se unan a los soldados [...] no veo otra manera de salvar situación tan difícil que satisfacer de un golpe las aspiraciones de Cataluña, para que los catalanes dejen de sentirse en este momento revolucionarios y mantenga su adhesión a la Monarquía [...]. Hay que dar la autonomía a Cataluña inmediatamente [...]. Es preciso que usted vaya a Barcelona en seguida para provocar un movimiento que distraiga a las masas de cualquier propósito revolucionario.

    Cuenta Cambó lo que manifestaba en aquellas horas el embajador británico:

        "Ésta es la hora de Cataluña. Ahora ha llegado el momento de que los ingleses borremos la mancha que en nuestra historia pusieron los ministros de la reina Ana al traicionar Cataluña [1714]. Diga a sus amigos catalanes que Inglaterra no consentirá ahora que les atropelle si reclaman su autonomía: ellos han estado con los aliados durante toda la guerra y el resto de España con Alemania". (F. Cambó, Memorias, Alianza, 1987).

    Cambó y el presidente del Consejo de Ministros, el conde de Romanones (Partido Liberal), ejecutaron la instrucción de Alfonso XIII y doce días después designaban a dirigentes de todos los partidos políticos para formar una comisión redactora de un proyecto de autonomía para Cataluña, que debía ser presentado en la Cortes para su aprobación. Figuraban en aquélla desde Antonio Maura y Eduardo Dato a Julián Besteiro, Alejandro Lerroux y Lluís Companys. La respuesta de los socialistas Pablo Iglesias y Francisco Largo Caballero (diputado por Barcelona del PSOE, que tenía en el Parlamento español seis diputados), fue dirigirse "a los republicanos catalanes diciéndoles que si entraban en la Comisión desligaban a Cataluña de la causa de la República ... A [Marcelí] Domingo, Layret, Compañys y otros republicanos catalanes les convenció plenamente este argumento, se impusieron al resto" y no se incorporaron a la Comisión. Los proyectos políticos de sociaistas y republicanos eran autónomos de los partidos conservadores. Dos meses después, seguro de que la revolución europea no alcanzaba a España, cuenta Cambó que el propio Monarca saboteaba el proyecto de Estatuto catalán.

    El antecedente de 1918-1919 es interesante a más de un título. El 15 de junio de 1977, en las primeras elecciones después del fallecimiento del general Franco, los electores de Cataluña dieron cerca del 70% de sus votos a quienes se presentaban bajo siglas y símbolos ilegalizados desde 1939 por la Dictadura: socialistas (PSOE), comunistas (PSUC) y republicanos (Esquerra Republicana). La reacción del gobierno presidido aquel 1977 por Adolfo Suárez admite ser comparada con la de Alfonso XIII en 1918: convocó a Palacio al representante simbólico del autonomismo catalán –esta vez en el exilio, Josep Tarradellas, sucesor de Lluís Companys en la Presidencia de la Generalitat–, le ofreció el reconocimiento inmediato de la autonomía si viajaba a Cataluña a formar un Consejo Ejecutivo de integración que aceptara las limitaciones de soberanía popular y nacional legadas por la Dictadura y su sistema socioeconómico. Así lo hizo Tarradellas, comprometido en secreto desde noviembre de 1976 con el emisario Andrés Casinello en "acatar públicamente al Rey, a la unidad de España y respetar al Ejército, [...] a no ser federalista y quedar siempre al margen de los planteamientos valencianistas y mallorquines". Lo que en 1977, y después, no encuentra su equivalente respecto del precedente de 1918 es la respuesta que dieron el PSOE y la izquierda republicana a la propuesta del Rey a Francesc Cambó. En junio de 1977 no existía al frente de los grupos que se envolvían en las siglas históricas un liderazgo endógeno, ni tampoco un proyecto nacional alternativo al que desde los centros de decisión da la Coalición de la Guerra Fría se había programado para España una vez que falleciera Franco. Desde antes de junio de 1977 se habían comprometido en secreto con aquel proyecto Felipe González Márquez y Santiago Carrillo, sus hombres en Cataluña fueron diluidos en el Consejo Ejecutivo presidido por Tarradellas y, de ese modo, quedó neutralizada la esperanza popular de una alternativa sociopolítica a la herencia dejada por la Dictadura. Menos de cinco años después de 1977, la burguesía liberal catalana lograba lo que Alfonso XIII, su gobierno y la Lliga buscaron sin éxito en 1918. Los propios términos de Cambó podrían describir el sentido de la "operación Tarradellas" de medio siglo después:

        "[...] a fin de dar un sentido al movimiento [...] desencadenado en Cataluña y conservar su control, propuse que [...] se reuniera la Asamblea General de la Mancomunidad, con la colaboración de los parlamentarios de Cataluña, para elaborar el Estatuto de Cataluña y [...] en nombre del principio de autodeterminación [...] ¡se presentara al Parlamento español para que fuera sancionado! La música era revolucionaria pero la letra, si bien se mira, era conservadora. El fijar una tarea a hacer, que duraría días, calmaba las pasiones y quitaba a las izquierdas la dirección [...]. Y si al redactar un Estatuto de Autonomía de Cataluña llegábamos a un acuerdo todos los partidos catalanes, que fuera también aprobado por las izquierdas españolas, quedábamos cubiertos [...] de peticiones [...] que en el porvenir formularan las izquierdas [...] a base de la República y la revolución social".

    Un lustro después de 1977, en efecto, las siglas democráticas históricas habían sido reducidas a minoría en el Parlamento autónomo y en la mayor parte de los municipios de Cataluña, eran excluidas del gobierno de la Generalitat, el PSUC se desintegraba y Tarradellas era agraciado con el título de marqués. Las causas estructurales de semejante desenlace se describen en los capítulos que siguen, sus precipitantes coyunturales fueron las operaciones puestas en marcha para mantener intervenida España más allá del régimen de dictadura.

1. Andrés Cassinello. Militar adscrito al Servicio Central de Documentación del almirante Carreo Blanco, director del mismo durante el gobierno Suárez, y destinado un año después al Centro Superior de la Defensa (CESID). Casinello era redactor del libro elaborado por los servicios de información de Carrero Subversión y reversión en la España actual. Uno de los hombres de los servicios de inteligencia españoles más vinculados a la CIA, su inicial carrera en los servicios secretos del franquismo arranca en el Centro de Guerra Especial de Fort Bragg, en Carolina del Norte. Cerebro del llamado «GAL verde», llega a ser procesado por algunas acciones criminales de este grupo parapoliciales. Cassinello constituye un ejemplo diáfano de oficial español de inteligencia formado en Estados Unidos. Su nombre aparece, además, relacionado con escuchas a políticos y con temas tan oscuros como la red «Gladio» o la matanza de Atocha. Sucesivamente ocupa los puestos de director del SECED, subdelegado de la Lucha Contraterrorista en el País Vasco y jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil.

miércoles, 27 de noviembre de 2013


"Cásate y sé sumisa", un libro digno de aquella Sección Femenina que constituía un elemento fundamental del entramado franquista.

Siempre he sentido náusea de esa educación que desde niño nos introdujo en el ceremonioso aprendizaje del "macho" destinado a dominar al "sexo débil"; náusea de los pseudohombres que piensan en la mujer como un objeto sumiso y manejable; náusea de esos machitos inútiles -alumnos aventajados de un adiestramiento cavernario- que no tienen ni puñetera idea de hacer algo en su casa más allá de las necesidades primarias del ser vivo; náusea de aquellos que superan su mediocridad, su bajeza moral y su podredumbre personal en el puticlub, sintiéndose muy hombres con el dinero por delante; náusea de ese "pacto entre caballeros" no escrito por el cual lo que pasa en el puticlub no traspasa las paredes del garito, "no vaya a ser que mi mujer se entere"; náusea de la hipocresía de un catolicismo que pide la absolución a dios el domingo para cometer impunemente las más bajas tropelías el resto de la semana; y, por supuesto, náusea de esos curas puteros o pederastas, que en su cinismo son capaces de dar lecciones sobre el sexo y las relaciones de pareja, proclamando la abstinencia, la virginidad y el sexo sin anticonceptivos.

Pero, sobre todas las cosas, me da naúsea la sumisión, porque no existe sumisión sin tiranía, y me dan náusea los tiranos. Soy afortunado por llevar media vida con una compañera feminista, con orgullo de mujer y de madre, con la que aún aprendo día a día a vivir en igualdad, intentando eliminar esas actitudes y prejuicios adquiridos que son residuos de aquella educación cavernícola heredera del nacionalcatolicismo. Ni está casada, ni es sumisa; yo tampoco.

No sé por qué, pero leyendo estas frases me imagino a la mujer de Fabra, por ejemplo:
“Si algo que él hace no te parece bien, con quien tienes que vértelas es con Dios”“Luigi [el supuesto marido de su amiga] es el camino que Dios ha elegido para amarte, y es tu camino hacia el cielo. Cuando te dice algo, por lo tanto, lo debes escuchar como si fuera Dios el que te habla (…) porque con frecuencia ve con más claridad que tú”.“Te dará miedo, porque abandonar tus propias convicciones es algo horrible. Pero no te estás arrojando al vacío, te estás arrojando a sus brazos”.